sábado, 16 de enero de 2016

Capítulo 3 - LO HAGO POR TÍ



“En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber”

 William Shakespeare


Levanté la cabeza y lo vi de espaldas caminando por el pasillo que comunicaba la cocina con el comedor, estaba tan guapo con un buzo negro manga corta ajustado al cuerpo y un pantalón deportivo gris claro que le había comprado muy barato en una tienda del centro de la ciudad. Tenía un corte de pelo militar, más corto a los lados que en el centro, ese pelo rubio que hace mucho tiempo supo ser largo, no demasiado pero lo suficiente para cubrir sus orejas, hacía una perfecta combinación junto a sus ojos azules claros, heredados de su abuelo paterno.
Tom espera, tenemos que hablar, prometo tranquilizarme, pero tienes que explicarme que debo que hacer. – dije esto mientras me secaba las lágrimas con las manos.
                                                                                                              
Amor, solo mantén la calma, quedarte aquí en casa, nada más - Su voz estaba entrecortada, prácticamente no podía hablar, sin duda la discusión lo había dejado muy mal.

Está bien explícame, ¿por qué dejarme sola en medio de esto? – al decir eso nuestros ojos se encontraron en una lucha, nos mirábamos fijamente sin siquiera pestañear.





-El capitán me preguntó si estaba dispuesto a protegerte. Le respondí que sí, que tu eres mi vida y haría cualquier cosa para mantenerte a salvo.

-¿Qué personas importantes? – Pregunté interrumpiéndole su explicación 

-No sé, no me dijo, creo que gente del gobierno, el punto es que tengo que hacer eso sí o sí. Quiero evitar a toda costa que estos problemas en un futuro nos afecte a nosotros, ¿me entiendes?, lo único que tienes que hacer es quedarte aquí en casa y yo volveré por ti.- Me sujeto fuerte la cara con sus dos manos me dio un beso en la frente y dijo - Te lo prometo.



Sí a las 8:00 en punto, un transporte del ejército pasará por mí – Respondió mientras miraba todas las bolsas de compra, quiso cambiar de tema – ¿Me ayudas a guardar todo eso?

Comencé a llorar, obviamente las cosas no iban bien entre nosotros desde que volvió, a veces me preguntaba qué clase de cosas horribles tuvo que pasar fuera de nuestro país. Nunca me habló al respecto, siempre intentaba evitar el tema, yo siempre lo respete en ese aspecto, jamás insistí.
Desperté y Tom seguía a mi lado me quede mirándolo, parecía un angel durmiendo.
Lloré mucho antes de que él despertara, observé sobre su hombro y vi el reloj que estaba sobre su mesa de luz, eran las 6:45, ya casi era su hora de partir.
Me di vuelta hacia el otro lado rápido por el enfado, sentí sus pasos hacia el baño. Me quede pensando, aún no aceptaba la idea pero sabía que era lo mejor para los dos, escuché como abría la ducha.

La frase “Te amo Em, desde siempre y para siempre, tu sabes que esto, lo hago por ti” fue lo último que escuche salir de su boca.
Me dijo que todo se está saliendo de control, las barricadas montadas en algunas zonas ya no pueden aguantar más, los soldados que están en acción no son suficientes, necesitan más gente, me necesitan. Lo único que debo hacer es escoltar a unas personas importantes a una base militar o algo así, luego ya estaré libre para volver aquí, vamos a….

Tenía muchas preguntas en mi cabeza, pero mi cerebro no logró procesar todas a la vez.

Tom suspiró, bajo su mirada y me respondió con una voz tenue –Las cosas se pusieron muy drásticas. Creo que están cerrando rutas y no están dejando a nadie circular libremente. Creo que encerraron a la gente de esos estados para que los disturbios no se expandan.

-¿Los están aislando?

Solamente asintió con su cabeza mientras me miraba fijamente.- Em, no quiero que esa gente salga herida, nunca le haría daño a nadie, sabes que no soy así.-No entendí porque pensó que lo estaba juzgando, quizás por algún gesto que hice mientras me explicaba el motivo de su viaje.
La situación en la que se encontraban los soldados era obvia, la única forma de poner a salvo sus familias era cumpliendo esa misión. Y pensar que todo había nacido con apenas protestas pacíficas sobre el deterioro de la economía, la falta de atención pública, ahora ya estaba totalmente fuera de control. Utilizar militares para controlar al pueblo rebelde, a lo largo de la historia este comienzo no suele tener finales felices.
Así nos quedamos por unos minutos sentados mirando al vacío sin decir una palabra, se escuchaba el ruido de los motores de los autos pasando por la calle, también se escuchaban a los pájaros cantando en nuestro jardín. Hasta Ally nuestro perro estaba en silencio, la casa entera era una tumba.

Después de unos cuantos minutos rompí el silencio - ¿Me dijiste que te pasan a buscar mañana por la mañana verdad?

Pero el mayor motivo de nuestras peleas se formaba en torno al tema de la muerte de nuestro hijo y al enterarnos después que no podría tener otro bebé. A pesar de todo lo amaba, Dios yo lo amaba y estoy segura de que él sentía lo mismo por mí.
Me propuso la adopción en un momento, tomé esa opción como un insulto, recién habíamos perdido a nuestro hijo y él quería adoptar a otro para que ocupara su lugar, tuvimos una dura pelea respecto a este tema. Pasamos una semana sin siquiera mirarnos, el tiempo pasó y llegó el día que me informó que se iba, me dijo que era lo mejor para los dos, apartarse uno del otro, ya que lo sucedido nos estaba haciendo mucho daño.No le gustaba verme llorar, después de todo lo que pasamos juntos me seguía haciendo daño, queriendo o no.

Se paró y me abrazo fuerte -Te amo y siempre lo hice, nunca pienses lo contrario, pero debes entender, todo es para tu seguridad y por nadie más, no por esas personas, ni por el dinero, lo hago porque realmente te amo y si alguna vez pensaste lo contrario es por mi culpa, después de lo sucedido con nuestro hijo, las peleas con tu padres, nuestras peleas, fue porque no sabía cómo actuar, cada decisión que tomaba te hacía cada vez más daño y eso era lo que me destrozaba, pero Em escucha esto ¡TE AMO!, y haré todo, absolutamente todo para que estés a salvo.

Ese día nos fuimos a dormir muy tarde, estábamos los dos acostados en la cama, cada uno mirando para el lado opuesto, pasé muchas horas con los ojos abiertos y pensando en todo lo que había pasado ese día, pero no dijimos ninguna palabra, sé muy bien que él se encontraba igual de perturbado, podía notarlo en su respiración, simplemente no podíamos dormir.
Mi vida ya era un desastre ¡rayos! yo lo necesitaba, pero él quería hacer lo mejor para mi, de inmediato pensé es solo una semana hemos pasado más tiempo distante, tengo que ser fuerte, al menos por esta vez.
Suspire e intenté ponerme fuerte, comencé a acariciarle su mejilla suavemente, su cara estaba áspera, su barba estaba descuidada, aunque no estaba larga, él nunca se la había dejado así, siempre la tenía al ras.
Abrió sus hermosos ojos, estaban más celestes que de costumbre, quizás por la estación en la que nos encontrábamos. Sonriendo le dije –Hola dormilón.

-Hola amor-me dio un beso y me abrazó muy fuerte, quedamos así por un largo rato, incluso en un momento llegué a conciliar el sueño nuevamente.

RIIINGGGG!!!! – Comenzó a sonar la alarma de su despertador, un ruido que retumbó por toda la silenciosa casa, mi corazón se aceleró al escuchar ese sonido, en mi estómago se formó un nudo. Ese maldito sonido era el que avisaba, que mi amor se iba, me dejaba sola, una vez más.

Pase 5 minutos inerte en la cama, no me movía, no pensaba, no hacía nada solo respiraba, salí del cuarto y directo a la cocina, quedé a mitad de escalera, mire hacia arriba sonreí y volví a subirla.
Entré al baño, el vapor se apoderaba de casi todo el ambiente, su figura se notaba a través del vidrio, mientras me sacaba el pijama me dijo- ¿Por qué te demoras tanto?- abrí la mampara y ahí estaba, perfecto como siempre, aprovechamos lo poco que nos quedaba de tiempo, fue hermoso pocas veces hicimos el amor de manera tan especial.

Mientras se ponía su uniforme, yo me vestía sentada en la cama.

-¿Tu lo ambas? Digo, ¿Tú amabas a nuestro bebé?

-¿Lo dices en serio? -Me miro muy fijo

-No demostraste nada cuando falleció, solamente  quedaste mudo y pensativo.

-No seas así Em, por Dios era mi hijo obvio que lo amaba, no me viste sufrir porque no podía ser débil, no en ese momento, lo hice para darte apoyo, pero por dentro estaba destruido, tu sabes muy bien eso.- siguió mirándome con rabia por un momento cuando salió del cuarto golpeó la puerta con fuerza.
Ya eran las 8:10 y todavía no pasaban a buscarlo, estaba nervioso, había arreglado su equipaje tres veces, revisaba su equipo una y otra vez.

Yo estaba sentada en la mesa mirando al vacío, revolviendo el café con la cuchara. Pero el momento llegó, sonó el timbre.

-Llegaron – dijo Tom saltando de la silla rápidamente.

Cargó todo su equipaje al camión, había al menos unos 20 soldados dentro, se dio vuelta y me miró con angustia mezclada con amor, me beso como cuando me propuso matrimonio y me abrazo. Hablándome al oído muy suave dijo - Volveré por ti en exactamente 1 semana, pasará muy rápido ya verás, antes de que comiences a extrañarme ya voy a estar aquí.
Fue como si no escuchara nada, solo sentía sus brazos rodearme con fuerza, cerré mis ojos y por unos segundos volé a un lugar lejano, un lugar especial, muy calmo, no habían preocupaciones, no habían problemas, solo nosotros dos.
Parada en la vereda con los ojos cargados y una lágrima corriendo por mi mejilla, con sabor amargo en mi boca reseca y un frío que corría por mi espalda, lo despedí.

La última imagen que tengo de él, es verlo sentado en medio de muchos otros, sus ojos estaban fijos a los míos, brillaban celestes color cielo en un entorno gris, con una sonrisa mal dibujada en su cara pálida como el papel.



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