Levanté
la cabeza y lo vi de espaldas caminando por el pasillo que comunicaba la cocina
con el comedor, estaba tan guapo con un buzo negro manga corta ajustado al
cuerpo y un pantalón deportivo gris claro que le había comprado muy barato en
una tienda del centro de la ciudad. Tenía un corte de pelo militar, más corto a
los lados que en el centro, ese pelo rubio que hace mucho tiempo supo ser
largo, no demasiado pero lo suficiente para cubrir sus orejas, hacía una
perfecta combinación junto a sus ojos azules claros, heredados de su abuelo
paterno.
Tom espera, tenemos que hablar, prometo
tranquilizarme, pero tienes que explicarme que debo que hacer. – dije esto
mientras me secaba las lágrimas con las manos.
Amor, solo mantén la
calma, quedarte aquí en casa, nada más - Su voz estaba entrecortada,
prácticamente no podía hablar, sin duda la discusión lo había dejado muy mal.
Está bien explícame,
¿por qué dejarme sola en medio de esto? – al decir eso nuestros ojos se
encontraron en una lucha, nos mirábamos fijamente sin siquiera pestañear.
-El capitán me preguntó si estaba dispuesto a protegerte. Le respondí que sí,
que tu eres mi vida y haría cualquier cosa para mantenerte a salvo.
-¿Qué personas importantes? – Pregunté interrumpiéndole su explicación
-No sé, no me dijo, creo que gente del gobierno, el punto es que tengo que
hacer eso sí o sí. Quiero evitar a toda costa que estos problemas en un futuro
nos afecte a nosotros, ¿me entiendes?, lo único que tienes que hacer es
quedarte aquí en casa y yo volveré por ti.- Me sujeto fuerte la cara con sus
dos manos me dio un beso en la frente y dijo - Te lo prometo.
Sí a las 8:00 en punto, un transporte del ejército pasará por mí – Respondió
mientras miraba todas las bolsas de compra, quiso cambiar de tema – ¿Me ayudas
a guardar todo eso?
Comencé a llorar, obviamente las cosas no iban bien entre nosotros desde que
volvió, a veces me preguntaba qué clase de cosas horribles tuvo que pasar fuera
de nuestro país. Nunca me habló al respecto, siempre intentaba evitar el tema,
yo siempre lo respete en ese aspecto, jamás insistí.
Desperté y Tom seguía a mi lado me quede mirándolo, parecía un angel durmiendo.
Lloré mucho antes de que él despertara, observé sobre su hombro y vi el reloj
que estaba sobre su mesa de luz, eran las 6:45, ya casi era su hora de partir.
Me di vuelta hacia el otro lado rápido por el enfado, sentí sus pasos hacia el
baño. Me quede pensando, aún no aceptaba la idea pero sabía que era lo mejor
para los dos, escuché como abría la ducha.
La frase “Te amo Em, desde siempre y para siempre, tu sabes que esto, lo hago
por ti” fue lo último que escuche salir de su boca.
Me dijo que todo se
está saliendo de control, las barricadas montadas en algunas zonas ya no pueden
aguantar más, los soldados que están en acción no son suficientes, necesitan más
gente, me necesitan. Lo único que debo hacer es escoltar a unas personas importantes
a una base militar o algo así, luego ya estaré libre para volver aquí, vamos
a….
Tenía muchas preguntas
en mi cabeza, pero mi cerebro no logró procesar todas a la vez.
Tom suspiró, bajo su
mirada y me respondió con una voz tenue –Las cosas se pusieron muy drásticas.
Creo que están cerrando rutas y no están dejando a nadie circular libremente.
Creo que encerraron a la gente de esos estados para que los disturbios no se
expandan.
-¿Los están aislando?
Solamente asintió con
su cabeza mientras me miraba fijamente.- Em, no quiero que esa gente salga
herida, nunca le haría daño a nadie, sabes que no soy así.-No entendí porque
pensó que lo estaba juzgando, quizás por algún gesto que hice mientras me
explicaba el motivo de su viaje.
La situación en la
que se encontraban los soldados era obvia, la única forma de poner a salvo sus
familias era cumpliendo esa misión. Y pensar que todo había nacido con apenas
protestas pacíficas sobre el deterioro de la economía, la falta de atención pública,
ahora ya estaba totalmente fuera de control. Utilizar militares para controlar
al pueblo rebelde, a lo largo de la historia este comienzo no suele tener
finales felices.
Así nos quedamos por
unos minutos sentados mirando al vacío sin decir una palabra, se escuchaba el
ruido de los motores de los autos pasando por la calle, también se escuchaban a
los pájaros cantando en nuestro jardín. Hasta Ally nuestro perro estaba en
silencio, la casa entera era una tumba.
Después de unos cuantos minutos rompí el
silencio - ¿Me dijiste que te pasan a buscar mañana por la mañana verdad?
Pero el mayor motivo
de nuestras peleas se formaba en torno al tema de la muerte de nuestro hijo y
al enterarnos después que no podría tener otro bebé. A pesar de todo lo amaba,
Dios yo lo amaba y estoy segura de que él sentía lo mismo por mí.
Me propuso la adopción en un momento, tomé
esa opción como un insulto, recién habíamos perdido a nuestro hijo y él quería
adoptar a otro para que ocupara su lugar, tuvimos una dura pelea respecto a
este tema. Pasamos una semana sin siquiera mirarnos, el tiempo pasó y llegó el
día que me informó que se iba, me dijo que era lo mejor para los dos, apartarse
uno del otro, ya que lo sucedido nos estaba haciendo mucho daño.No le gustaba
verme llorar, después de todo lo que pasamos juntos me seguía haciendo daño,
queriendo o no.
Se paró y me abrazo fuerte -Te amo y siempre
lo hice, nunca pienses lo contrario, pero debes entender, todo es para tu
seguridad y por nadie más, no por esas personas, ni por el dinero, lo hago
porque realmente te amo y si alguna vez pensaste lo contrario es por mi culpa,
después de lo sucedido con nuestro hijo, las peleas con tu padres, nuestras
peleas, fue porque no sabía cómo actuar, cada decisión que tomaba te hacía cada
vez más daño y eso era lo que me destrozaba, pero Em escucha esto ¡TE AMO!, y
haré todo, absolutamente todo para que estés a salvo.
Ese día nos fuimos a dormir muy tarde,
estábamos los dos acostados en la cama, cada uno mirando para el lado opuesto,
pasé muchas horas con los ojos abiertos y pensando en todo lo que había pasado
ese día, pero no dijimos ninguna palabra, sé muy bien que él se encontraba
igual de perturbado, podía notarlo en su respiración, simplemente no podíamos
dormir.
Mi vida ya era un desastre ¡rayos! yo lo
necesitaba, pero él quería hacer lo mejor para mi, de inmediato pensé es solo
una semana hemos pasado más tiempo distante, tengo que ser fuerte, al menos por
esta vez.
Suspire e intenté ponerme fuerte, comencé a
acariciarle su mejilla suavemente, su cara estaba áspera, su barba estaba
descuidada, aunque no estaba larga, él nunca se la había dejado así, siempre la
tenía al ras.
Abrió sus hermosos ojos, estaban más celestes
que de costumbre, quizás por la estación en la que nos encontrábamos. Sonriendo
le dije –Hola dormilón.
-Hola amor-me dio un beso y me abrazó muy
fuerte, quedamos así por un largo rato, incluso en un momento llegué a
conciliar el sueño nuevamente.
RIIINGGGG!!!! – Comenzó a sonar la alarma de
su despertador, un ruido que retumbó por toda la silenciosa casa, mi corazón se
aceleró al escuchar ese sonido, en mi estómago se formó un nudo. Ese maldito
sonido era el que avisaba, que mi amor se iba, me dejaba sola, una vez más.
Pase 5 minutos inerte en la cama, no me
movía, no pensaba, no hacía nada solo respiraba, salí del cuarto y directo a la
cocina, quedé a mitad de escalera, mire hacia arriba sonreí y volví a subirla.
Entré al baño, el vapor se apoderaba de casi
todo el ambiente, su figura se notaba a través del vidrio, mientras me sacaba
el pijama me dijo- ¿Por qué te demoras tanto?- abrí la mampara y ahí estaba,
perfecto como siempre, aprovechamos lo poco que nos quedaba de tiempo, fue
hermoso pocas veces hicimos el amor de manera tan especial.
Mientras
se ponía su uniforme, yo me vestía sentada en la cama.
-¿Tu
lo ambas? Digo, ¿Tú amabas a nuestro bebé?
-¿Lo
dices en serio? -Me miro muy fijo
-No demostraste nada cuando falleció,
solamente quedaste mudo y pensativo.
-No seas así Em, por Dios era mi hijo obvio
que lo amaba, no me viste sufrir porque no podía ser débil, no en ese momento, lo
hice para darte apoyo, pero por dentro estaba destruido, tu sabes muy bien eso.-
siguió mirándome con rabia por un momento cuando salió del cuarto golpeó la
puerta con fuerza.
Ya eran las 8:10 y todavía no pasaban a
buscarlo, estaba nervioso, había arreglado su equipaje tres veces, revisaba su
equipo una y otra vez.
Yo
estaba sentada en la mesa mirando al vacío, revolviendo el café con la cuchara.
Pero el momento llegó, sonó el timbre.
-Llegaron
– dijo Tom saltando de la silla rápidamente.
Cargó todo su equipaje al camión, había al
menos unos 20 soldados dentro, se dio vuelta y me miró con angustia mezclada
con amor, me beso como cuando me propuso matrimonio y me abrazo. Hablándome al
oído muy suave dijo - Volveré por ti en exactamente 1 semana, pasará muy rápido
ya verás, antes de que comiences a extrañarme ya voy a estar aquí.
Fue como si no escuchara nada, solo sentía
sus brazos rodearme con fuerza, cerré mis ojos y por unos segundos volé a un
lugar lejano, un lugar especial, muy calmo, no habían preocupaciones, no habían
problemas, solo nosotros dos.
Parada en la vereda con los ojos cargados y
una lágrima corriendo por mi mejilla, con sabor amargo en mi boca reseca y un
frío que corría por mi espalda, lo despedí.
La última imagen que tengo de él, es verlo sentado
en medio de muchos otros, sus ojos estaban fijos a los míos, brillaban celestes
color cielo en un entorno gris, con una sonrisa mal dibujada en su cara pálida
como el papel.
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